Visitar el Círculo Polar en invierno es una de esas experiencias que tenemos arraigadas en nuestro imaginario. Todos visualizamos los bosques nevados, los perros tirando del trineo y por supuesto el mito de Santa Claus.
Sea para nuestros hijos o para el niño interior que llevamos dentro, vivir unos días el Sueño Invernal es algo que no olvidaremos.
El destino clásico donde viajar es Rovaniemi, en Finlandia. El propio pueblo parece un parque temático dedicado a Santa Claus! También contamos con Suecia, en la Laponia sueca, donde podemos encontrar el mismo paisaje y Experiencias.
Los días se llenan de salidas a la nieve, visitar una granja de Huskies y dar un paseo en trineo, conversar con los pastores de renos y almorzar en su Kota, excursiones al bosque en moto de nieve…
Y las noches se llenan de momentos junto al fuego, hacer esculturas de hielo, patinar en un lago bajo las auroras…
Pero sobre todo, la naturaleza. El aire polar, que corta y revive tu pecho al inspirar profundamente. Sentir un escalofrío, y no saber si es por el frío o por el espectral espectáculo de las luces en el cielo. Contemplar las inmensas extensiones de árboles cubiertos de nieve mientras oyes jadear a los huskies tirando del trineo.
¡Y no olvidemos que es Navidad! Para los más pequeños, esta aventura tiene una dimensión especial, y es que estáis en la casa de Santa Claus.
Los momentos especiales comienzan a la llegada. Mientras los adultos disfrutáis de un Gluhwein, vino caliente especiado, alguien llama a la puerta. Un elfo ayudante de Santa Claus ha venido a daros la bienvenida y disfrutar de una tarde de juegos en la nieve.
Días después, cuando el elfo es solo ya un recuerdo, es el momento de dar un paseo en trineo por el bosque. El aliento de los renos humea mientras os deslizáis por el camino. ¿Qué es eso? Algo se mueve en el bosque. ¿Una sombra vestida de rojo? ¡Y se dirige a aquella cabaña con humo saliendo de la chimenea! Tenéis que parar a investigar.
Dejad que los pequeños descubran quién les espera al calor de la cabaña, cargado con regalos. ¡No se visita la tierra de Santa Claus en Navidad sin compartir una historia y recibir un regalo!
Una de las formas más auténticas de pasar estos días es en una cabaña tradicional lapona. En las afueras de la ciudad, y con acceso directo al bosque, estas cabañas tienen todo lo que necesitas para refugiarte con todo el confort. Equipadas con esquís, bicicletas, raquetas de nieve y trineos; porche, chimenea y sauna.
Algo único del Círculo Polar son las auroras boreales, que en diciembre son frecuentes y, si el tiempo lo permite, podrás disfrutar varias veces. Y la mejor forma de verlas con toda comodidad es en estos iglús de cristal que ofrecen múltiples hoteles en la zona.
Vivir el Sueño Invernal en el Círculo Polar es una experiencia única que no olvidareis nunca, especialmente si viajáis con los más pequeños.
Si crees que le puede interesar a alguién que conozcas, reenviaselo por favor!
Como siempre, os animo a que me contactéis para hablar de vuestros planes de viaje!
Un abrazo!
Will