En pocos lugares del mundo uno se siente tan cerca del cielo y de la tierra como en Nepal. El vibrante Valle de Kathmandu nos abre la puerta a esta cultura de montaña y nos prepara para adentrarnos en la tierra de Shiva, el techo del mundo. Todo tipo de actividades son posibles aquí: Esquiar fuera de pista desde un helicóptero en una montaña virgen, o contemplar el sol saliendo sobre los Himalayas desde el cielo para luego desayunar frente al Everest. Y para los que buscan experiencias más tranquilas: recibir la bendición de la Diosa Viviente Kumari en Patan, tener una sesión privada con un Rinpoche en el Templo de Boudanath o disfrutar de una comida privada en medio de Chitwan junto a elefantes. La franca hospitalidad de los Nepalíes, los pequeños pueblos cuidadísimos y la riqueza cultural y natural de Nepal nos ofrece recuerdos a la altura de sus picos mas altos.
Viajes Personalizados de Lujo a Nepal- William Fogg